Por qué no basta con parchear para cumplir la normativa: Comprender la brecha de seguridad
Cumplir los requisitos de conformidad significa que las personas u organizaciones respetan las leyes y normativas pertinentes. Son esenciales para mantener la responsabilidad y proteger los datos sensibles de una organización. No cumplirlos puede acarrear multas y sanciones legales según las normas.
El parcheado es el proceso de actualización de software o sistemas para corregir errores o vulnerabilidades. Protege el sistema contra las ciberamenazas y desempeña un papel crucial en la consecución de los requisitos de conformidad. Sin embargo, el objetivo no debe ser únicamente cumplir los parámetros de conformidad. En su lugar, las organizaciones deben enfocar una estrategia holística de gestión de parches que se ajuste a las normas del sector y garantice la protección completa de sus sistemas y datos.
En esta entrada del blog se analizarán las limitaciones de la aplicación de parches para el cumplimiento y por qué se quedan cortas, así como cómo proporcionar una seguridad sólida contra los actores de amenazas de rápido movimiento y las amenazas cibernéticas emergentes.
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Parches y conformidad: ¿Cómo se alinean?
Antes de empezar, entendamos qué son los parches y la conformidad, los dos componentes esenciales de la seguridad de los datos, y cómo comparten objetivos interrelacionados. La aplicación de parches se centra principalmente en la corrección técnica de vulnerabilidades, como la actualización de sistemas y software. En cambio, el cumplimiento implica los requisitos de protección de datos, las restricciones de acceso, la respuesta a incidentes o incluso la aplicación de parches.
Si nos fijamos bien, tanto el parcheado como el cumplimiento implican el objetivo de solucionar vulnerabilidades. La aplicación de parches garantiza la corrección de las vulnerabilidades de seguridad, lo que reduce en gran medida el riesgo de explotación por parte de los ciberdelincuentes. Por otra parte, a menudo se exige a las organizaciones que demuestren que abordan de forma proactiva las vulnerabilidades de seguridad mediante procesos de aplicación de parches para cumplir los requisitos normativos. El cumplimiento de estos criterios garantiza que las organizaciones siguen las normas del sector y protegen la información sensible.
Tanto la aplicación de parches como el cumplimiento de la normativa muestran la seriedad con la que una organización gestiona la protección de sus sistemas y datos. Mientras que el cumplimiento de los requisitos de conformidad demuestra la dedicación a mantener los requisitos normativos establecidos, la aplicación de parches muestra los intentos proactivos de evitar las ciberamenazas.
Parcheado vs. Cumplimiento: ¿En qué se diferencian?
Aunque la aplicación de parches y el cumplimiento de las normas comparten un objetivo común, existe una importante brecha de seguridad entre ambos. Las vulnerabilidades de seguridad evolucionan constantemente y los atacantes buscan activamente nuevas técnicas para explotar el sistema. Por lo tanto, los parches de seguridad deben desplegarse rápidamente para evitar poner a las organizaciones en situación de alto riesgo.
El periodo de tiempo especificado por las normas de cumplimiento se acordó a menudo en un momento en el que la velocidad a la que se explotan las vulnerabilidades era mucho mayor de lo que ocurre hoy en día. Un periodo de 30 días proporciona una ventana de tiempo en la que las organizaciones pueden parchear cerca del final de ese tiempo y aún así cumplir con la normativa. Esta ventana de cumplimiento es, por desgracia, bastante larga. Durante esta ventana, los actores maliciosos pueden explotar las vulnerabilidades, causando potencialmente daños significativos. Así pues, la aplicación de parches puede ayudar a cumplir los requisitos de conformidad, pero no aborda este desfase temporal, exponiendo a las organizaciones a riesgos potenciales.
Otro problema importante de la aplicación de parches basada en el cumplimiento son las vulnerabilidades de día cero, que son fallos de seguridad sin parches que los proveedores desconocen. Los atacantes pueden aprovecharse de estas vulnerabilidades antes de que los parches estén disponibles, por lo que resulta especialmente difícil protegerse contra ellas únicamente mediante la aplicación de parches en función del cumplimiento de normativas. Para defenderse de estas amenazas, las organizaciones deben adoptar un enfoque holístico de aplicación de parches que tenga en cuenta ataques de día cero y sus perfiles de riesgo específicos.
La aplicación de parches centrada principalmente en el cumplimiento de las normativas suele quedar rezagada con respecto a las ciberamenazas en constante evolución. Las organizaciones tienen dificultades para responder con rapidez a los nuevos vectores de ataque y a las ciberamenazas emergentes, lo que las deja expuestas a técnicas de ataque avanzadas. En caso de ataque, las organizaciones deben responder con prontitud para remediar el problema y evitar daños adicionales. Sin embargo, confiar únicamente en la aplicación de parches orientada al cumplimiento podría retrasar el tiempo de respuesta a los incidentes, ya que prioriza las métricas de cumplimiento sobre las correcciones inmediatas de seguridad.
Por lo tanto, el cumplimiento de los requisitos reglamentarios no garantiza una protección completa contra los peligros cibernéticos. Al asumir que el cumplimiento de la normativa las hace completamente seguras, las empresas pueden desarrollar una falsa sensación de seguridad cuando, en realidad, pueden seguir siendo vulnerables a riesgos potenciales.
Reflexiones finales.
Aunque el cumplimiento de la normativa es esencial para la seguridad de los datos, el enfoque de aplicación de parches de una organización no debe centrarse únicamente en él. Confiar en la aplicación de parches sólo para cumplir la normativa podría exponer a las empresas a ciberamenazas en evolución, a actores de amenazas en rápida evolución y a vulnerabilidades de día cero. Por lo tanto, las organizaciones deben adoptar una estrategia proactiva y global de aplicación de parches que tenga en cuenta el entorno dinámico de las amenazas e incorpore actualizaciones oportunas para las vulnerabilidades conocidas y por descubrir a fin de reforzar sus defensas de seguridad con eficacia.
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